¿Cómo afrontar la muerte  por coronavirus de un ser querido?
April 23, 2020 / /
¿Cómo afrontar la muerte por coronavirus de un ser querido?

Cuando fallece un ser querido se altera el equilibrio personal, familiar y social  y la consiguiente adaptación a la pérdida supone una reorganización, a corto y a largo plazo, en la que las etapas de duelo sociales, familiares e individuales se influyen mutuamente.

Ante una situación de pérdida necesitamos el contacto con los otros y esa conexión es de vital importancia para el equilibrio emocional actual y futuro. Según, van der Kolk (1996) el impacto en la memoria de la pérdida esta mediatizada por la presencia o ausencia de una relación de apoyo de otro ser humano.

Si el entorno no puede reconocer y validar el sufrimiento, no puede ayudar a la persona que ha perdido a un ser querido a expresar sus sentimientos y necesidades, si no recibe el contacto cálido y comprensivo de los allegados, los sentimientos de dolor pueden acrecentarse (Payás, 2012).

Ante el estado de alarma y el confinamiento que conlleva el Covid-19 muchas personas se encuentran solas frente a la pérdida de un ser querido. No tenemos los besos, abrazos y palabras de cariño de los otros, que nos puedan ayudar a aceptar estos momentos por si mismos difíciles. Esta ausencia de contacto de apoyo en el momento de la pérdida lo llamamos “pérdida secundaria” lo que puede llevarnos a un “duelo patológico”.

¿Qué podemos hacer estos días ante la pérdida de un ser querido para evitar en la medida de lo posible esa “pérdida secundaria”?

Tanto si nos encontramos confinados con la familia como si estamos solos, es importante que compartamos el dolor, que hablemos entre nosotros de lo que nos ha ocurrido,  de cómo nos sentimos, y ante todo arropar y sentirse arropado por los otros. Llorar juntos todo lo que deseemos, no bloquear las lágrimas por evitar que las personas que queremos nos “vean llorar”,  estamos tristes y lo compartimos, como en otras ocasiones compartimos las alegrías.

Vamos a aprovechar las herramientas que tenemos en nuestras manos. No podemos tener contacto físico pero si podemos vernos, y escucharnos. Las llamadas de teléfono, los mensajes, las videollamadas nos ayudan a sentirnos cerca y acompañados de los otros, pese a la tristeza podemos mantener este lazo de unión.

Nos ayudaría tener presente una foto de la persona que se ha ido y hablar de ella y con ella, de lo que nos ha pasado, de lo que estamos viviendo ahora, de como ha ocurrido todo. Si estamos en familia podemos dirigirnos todos reunidos a esa persona que se ha ido, escuchar lo que cada uno quiere contarle, compartir recuerdos y anécdotas.  No tenemos los ritos y las ceremonias que hubiesen sido lo normal en otras circunstancias y que nos ayudan a gestionar el dolor, pero si podemos crear nuestras propias ceremonias, ya tendremos tiempo luego de hacerlo fuera.


No podemos cambiar lo que nos ha pasado, pero si podemos hacer que el dolor no se bloquee dentro de nosotros y que podamos seguir viviendo aceptando esa pérdida.

Aquí os dejo un link con la guía que ha publicado en Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid de ayuda las personas que han perdido un familiar a consecuencia del coronavirus.