Es un gran avance poder disfrutar de la tecnología actual, herramientas como internet, el móvil, los vídeos juegos, las redes sociales, etc. nos dan la oportunidad de disfrutar de aspectos de nuestras vidas impensables hasta hace pocos años. Poder saciar nuestra curiosidad sobre cualquier tema de manera inmediata, en el mismo instante que nos surge la duda o la inquietud, poder contactar con nuestros familiares y amigos en todo momento independientemente de la distancia que nos separe, etc., nos ha empujado hacia un cambio social donde se han caído muchos muros. Ahora el conocimiento se comparte y la comunicación se realiza a nivel mundial y global. Un buen uso de las tecnologías nos produce bienestar tanto personal como profesional. De hecho es ese bienestar el que ha provocado que las hayamos dejado entrar en nuestras vidas de manera tan amplia y extensa.

Pero estas nuevas tecnologías, las llamadas TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) también tienen sus detractores. Podemos encontrar cientos de artículos sobre los aspectos negativos de las TIC, donde se habla del peligro de sustituir las amistades personales por relaciones digitales, de  la perdida de habilidades sociales, la incomunicación,  la perdida de la capacidad para trabajar ante objetivos a largo plazo, (las nuevas tecnologías nos ofrecen todo de manera inmediata), los problemas de atención, etc.

Lo que está claro, es que las nuevas tecnologías han llegado para quedarse, y es importante conocer los aspectos negativos de las mismas para prestarles atención, valorarlos y poder evitarlos. Tendremos que buscar un equilibrio en el tiempo que pasamos con las nuevas tecnologías, el abuso de las mismas es el que puede provocar daño en nuestras vidas, cuando en vez de utilizarlas para nuestro bienestar lo que hacemos es depender de ellas, dejando que invadan todo nuestro tiempo y espacio. Cuando dejamos de hacer cosas que nos gustan en sí mismas, cuando quitamos tiempo a nuestros hobbys, a nuestros amigos o a nuestra familia por atender al móvil, Internet o los vídeo-juegos, cuando su uso se empieza a convertir en algo adictivo, alerta, es la primera voz de alarma.

Actualmente son sobre todo las familias con hijos adolescentes los que acuden a la consulta por la adicción de sus hijos, pero esto se está extendiendo a todas las edades, y la base se encuentra en el hecho de que las TIC se han extendido de manera tan rápida que no hemos tenido tiempo de aprender a educar en su uso.  Esta es ahora la tarea.